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¿Qué pasará con las denuncias de corrupción contra Cristina Kirchner?
Por Ceferino Reato - 7 de Noviembre, 2015, 21:55, Categoría: Opinión
Cristina Fernández de Kirchner
está complicada en la
Justicia. La historia muestra que el “Partido de la Justicia” o “Partido de la Venganza” termina
imponiéndose. La herencia económica. Una de las incógnitas del nuevo
ciclo político, es qué pasará con las numerosas denuncias por presuntos casos de corrupción contra la presidente Cristina
Kirchner, sus familiares, empleados, ex empleados y empresarios afines. Han sido doce años y medio de
manejo discrecional de los recursos del Estado, en los cuales los kirchneristas
ni siquiera se han sentido en la obligación de dar a conocer los sueldos de los
periodistas del aparato oficial de propaganda. Parece claro que, en este sentido, la Presidente prefiere -o
no-, un gobierno de Daniel Scioli. En el PRO, el futuro judicial
de Cristina Kirchner y los principales exponentes del kirchnerismo es un tema
de debate. Hasta ahora, Mauricio Macri no ha sido muy explícito más allá de
algunas frases de ocasión. La historia no se repite, pero muestra que pasó
luego de otros ciclos políticos largos e internos, como señalo en mi último
libro, Doce Noches. Esos ciclos dieron paso a
gobiernos donde el “Partido de la
Justicia” o “Partido de la Venganza” —el nombre
depende de las preferencias de cada cual—, terminó imponiéndose a los sectores
moderados que predicaban la unidad nacional y la reconciliación.
En la mayoría de los casos ganó
el ala jacobina, partidaria del “juicio y castigo” a los poderosos de ayer. En
cada momento, en consonancia con el grueso de la opinión pública. Un ejemplo muy mentado es lo
que sucedió con la llamada Revolución Libertadora, el gobierno que surgió del
golpe de Estado contra el presidente Juan Perón. El general Eduardo Lonardi
asumió el 23 de septiembre de 1956, con un discurso en el que afirmó que no había “ni vencedores ni
vencidos”; duró menos de dos meses y fue reemplazado por el general
Pedro Aramburu, aliado con el almirante Isaac Rojas, el ala dura de los
vencedores de Perón. La frase usada por Lonardi era,
en realidad, del entrerriano Justo José de Urquiza, quien la proclamó luego de
su triunfo en la batalla de Caseros contra el bonaerense Juan Manuel de Rosas,
en el año 1852. Pero, la Organización Nacional terminó siendo concretada
por los sectores más refractarios a Rosas y a sus seguidores. En Doce Noches explicó que ocurrió lo mismo con Eduardo Duhalde
y Néstor Kirchner. Duhalde basó su
gobierno en un sólido acuerdo parlamentario con la oposición; estaba
obsesionado en impedir que Carlos Menem volviera al poder, aunque de dentro de
ciertos límites. En cambio, Kirchner definió rápidamente a los “enemigos”
de su gobierno y del país, y cargó duramente contra ellos. Incluso,
contra tres de sus antecesores —Menem, Fernando de la Rúa e Isabel Perón—, cuyas
causas judiciales pendientes se reactivaron gracias a una oportuna presión del
oficialismo. En el caso de Cristina Kirchner
aparece una dificultad adicional, que es su herencia económica. Gane Scioli o
gane Macri, habrá que hacer correcciones dolorosas; una válvula de escape
podría ser la judicial, más allá de los méritos bastante evidentes que han
hecho la Presidente Cristina
Kirchner y sus funcionarios para frecuentar los tribunales. Además en un eventual gobierno de Scioli, la variante judicial podría ser
utilizada para dirimir las pujas dentro del peronismo. Nada que no
se haya visto antes. Por Ceferino Reato (*) (*) Editor ejecutivo de la revista Fortuna. Su último libro es: Doce Noches. En 2001: el fracaso de la Alianza, el golpe peronista y el origen del kirchnerismo.
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