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El kirchnerismo agrandó lo peor del Estado, donde se toca hay pus
Por Armando Maronese - 28 de Enero, 2015, 1:25, Categoría: Corrupción - Violencia
El periodista Raúl 'Bigote' Acosta entrevistó, en su
programa radial en LT8 Rosario, al analista político Sergio Berensztein, quien aseguró
que "lamentablemente estamos
lejos de la democracia" y que el caso Nisman "sintetiza los problemas" de la
Argentina. Además, opinó que el kirchnerismo "acaba su ciclo dejando el sistema político destrozado". Transcribo a continuación la
entrevista completa: - Raúl Acosta: Sergio Berensztein es analista político, es
columnista del diario Perfil, y su último artículo, que estoy leyendo, “De la
crisis, que generó el gobierno, sólo se sale con mejor democracia. Isabelita 2.0”. Decís acá: “Se habla
casi nada de libertad, casi siempre de lealtad. Se anula el diálogo, el respeto
al otro, la construcción siempre enredada pero imprescindible de acuerdos.”
¿Estamos lejos de la democracia, Sergio? - Sergio Berensztein: Lamentablemente
sí. Yo creo que en los últimos años se ha profundizado la tendencia que ya
estaba en la década del 90. Falta diálogo, falta que los argentinos encontremos
fuerzas comunes de trabajo como para que la política se oriente usando
objetivos estratégicos. Y lo que tenemos es un proyecto personalista, de
construcción del poder con listas hegemónicas, poco transparentes, que usan el
Estado para hacer negocios y, en todo caso, para ponerlo al servicio de
proyectos personales. Este caso tan patético, el caso Nisman, sintetiza los
problemas. - RA: Yo creo que más allá de la
frase, que esta muerte es un quiebre o que es una bisagra, creo que el mundo
entero se entró a fijar que las cosas acá no andan bien y que de ninguna manera
un relato puede cambiar un asesinato, Sergio. - SB: Coincido con vos. Vos sabés que el impacto que ha tenido esta noticia,
no sólo el asesinato del fiscal Nisman, sino también de la denuncia que él
había hecho. - RA: Sí. Me corrijo: la muerte. - SB: -La muerte. Es tan enorme el impacto, tan negativo, porque devuelta
Argentina aparece en las páginas de los principales diarios del mundo
como un ejemplo de impunidad, como un ejemplo de un sistema político
disfuncional. Mirá, antes la seguridad jurídica se ponía en juego en las
inversiones, en la ruptura de contratos; ahora la seguridad jurídica es que
están matando los fiscales que investigan las principales causas del sistema
judicial. Con lo cual, realmente, implica un retroceso muy significativo, en
todo caso pone blanco sobre negro respecto de lo que tenemos hoy en Argentina,
y es un gobierno que acaba su ciclo, su mandato, dejando el sistema político
destrozado. - RA: Sobre esto, creo que va a
ser absolutamente imposible de evitar. Las tragedias no tienen pasado ni tienen
presente, tienen futuro, están al día con nosotros. Las tragedias nos
acompañan. AMIA está hoy, 20 años después, tan presente que no hay almanaque
que la pueda esconder. Y esto es porque no se ha resuelto. Si las tragedias,
como esa, no se resolvieron, y se le suma Nisman, el futuro no es muy bueno,
porque esas tragedias acongojan pero también no dejan tranquila el alma
popular. - SB: Coincido totalmente. Y creo que el lado positivo es que tenemos un año
con elecciones, vamos a elegir representantes, vamos a elegir autoridades en el
poder Ejecutivo a nivel provincial, a nivel nacional, incluso a nivel local, y
es una gran oportunidad para que nos expresemos de forma contundente respecto
de qué queremos, si es un país igual al que tenemos ahora, un país
caracterizado por estas tragedias, por estos abusos absurdos por parte de una
política que ha demostrado que sabe fracasar, es decir la destrucción de la
moneda, es un gobierno que defaulteó la sociedad en el vacío que hay respecto
de la demanda por seguridad, y encima ahora terminamos con el asesinato de un
fiscal que estaba investigando el hecho de terrorismo de Argentina y que había
acusado a la Presidente y al canciller de un delito increíblemente
significativo como asunción de justicia y protección de los acusados por ellos
mismos, ¿verdad? Con lo cual yo tengo un sabor muy amargo y al mismo tiempo
creo que hay esperanza, porque tenemos la posibilidad de, efectivamente,
expresarnos mediante el voto. Esto es parte de la democracia, no es toda la
democracia; la democracia es votar, pero también es participar, es opinar y es,
en todo caso, encontrar un lugar que nos permita influir en la toma de
decisiones cotidianas que toman nuestros gobernantes. - RA: No sirven para nada las
cuestiones auto referenciales, pero por cuestiones familiares tengo muchos de
mis personajes cercanos en la familia entre 25 y 35 años, y la pregunta y la
auto respuesta era “¿tenemos que irnos? ¿Debemos irnos? ¿Para qué seguir, por
qué quedarnos?” Cada uno de ellos maneja idiomas, esas cosas, y la respuesta es
“quédate y peleemos”. Pero yo no sé si esa es la respuesta, porque el mensaje
que viene no es el mejor. - SB: Honestamente, yo creo que este es un mundo en que no hay lugares
tranquilos prácticamente. Ni siquiera los países desarrollados hoy presentan
horizontes de desarrollo personal, familiar. Y, por el contrario, la Argentina
tiene un potencial extraordinario en la medida en que la sociedad civil se
compone obviamente al mundo de lo público y tratemos entre todos de hacer una
diferencia positiva. Me parece que vale la pena quedarse y pelear. Obviamente
no es fácil. Nada es fácil en la vida. Pero, yo diría, lo peor de todo sería
abandonar la lucha, entregarles el país a quienes han producido este desastre.
Hoy, dentro del aparato estatal, está lo peor de Argentina. Donde tocás el Estado
hay pus, está todo podrido. Esto, cambiarlo, va a tardar bastante tiempo. Pero
si nos dejamos vencer por esta inercia y por esta situación tan traumática
sería realmente, me parece a mí, sin pelear, vencer esto… Viví en el exterior,
y tengo todavía muchos amigos que viven en el exterior, y realmente todos hemos
sentido amargura respecto al país, por no poder ayudar, porque la impotencia
que te da vivir afuera mientras tus amigos, a tus familiares, les va mal acá o
a tu país le va mal, es realmente muy frustrante. Yo creo que vale la pena
quedarse, dar la pelea y, en todo caso, de a poquito intentar sacar las cosas
para adelante. - RA: En una de las últimas
conversaciones contigo hablábamos de narcotráfico, del poder narco, de
capitalismo narco y de cómo este había infeccionado en la sociedad argentina.
Este es otro drama, ¿no? - SB: Sí, pero fíjate, Bigote, forma parte de lo mismo, el fracaso del Estado
de resolver las cosas más obvias, más sencillas. Vos sabés que curiosamente hay
lamentablemente vasos comunicantes entre el mundo de los servicios de
inteligencia, el mundo, digamos, de las cloacas del Estado y también el mundo
del narcotráfico. Así que cuidado con eso, porque estamos hablando de dos
manifestaciones del mismo problema. Y yo creo que en la medida que podamos
transparentar, precisamente, el manejo discrecional del fondos y de recursos
públicos, incluyendo la información, vamos a poder ir de a poquito
fortaleciendo la parte legal y necesaria del Estado, que no es la que hoy
predomina. La verdad que el kirchnerismo es responsable de haber agrandado lo
peor del Estado. Y nosotros tenemos que tratar, de a poquito, con un proyecto a
mediano y largo plazo, de que construyamos en Argentina un Estado democrático,
transparente, al servicio de la sociedad y no al servicio de quienes los
dominan y cooptan para hacer negocios y hacer proyectos personales de poder. - RA: Tu titular de Isabelita 2.0
me lleva a una imagen: yo estaba vivo y laburaba de periodista en aquellos años
tan locos, y lo que se me ocurrió es que a Isabelita le contaban una historia y
esa pobre mujer nada sabía, salvo lo que le contaban; en este caso creo que lo
que espera esta señora, es que los acontecimientos se conviertan en ayer,
porque sobre el ayer ella puede cambiar el relato. Y la verdad, le molesta
mucho la constante, el presente, espera que todas las cosas se conviertan en
pasado, como con Cromañón, como con el Papa, espera encontrarlo en el pasado
para convertirlo en un relato positivo. La realidad cruda y dura le molesta. - SB: Totalmente de acuerdo. Yo creo que hay, obviamente, enormes diferencias
entre ambas épocas, pero hay también esas similitudes tan preocupantes que,
digamos, esa idea de que la presidencia pierde contacto con la realidad, ¿No?
De que la agenda de la ciudadanía va por un lado y la agenda del poder va por
otro. Esas me parece que son similitudes que valen la pena resaltarlas porque,
obviamente, aquella terminó en tragedia y esperemos que esta vez detengamos
esta inercia tan destructiva a tiempo. Por Armando Maronese
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