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Bonapartismo y Peronismo
Por Armando Maronese - 22 de Noviembre, 2013, 0:40, Categoría: Corrupción - Violencia
Generalmente
se entiende por bonapartismo, la forma de gobierno en la que queda
desautorizado el poder legislativo, que en el estado democrático representativo
creado por la burguesía es por lo común el poder primario, y en la que se
realiza la subordinación de todo poder al ejecutivo guiado por una gran
personalidad carismática, que se coloca como representante directo de la
nación, garante del orden público y árbitro imparcial frente a los intereses
contrarios de las clases. Esta
concepción, en gran parte vinculada a la obra de Carlos Marx: “El 18 Brumario
de Luís Bonaparte”, que analiza el golpe de estado de Luís Napoleón del 2 de
diciembre de 1851, entiende que la autonomía del poder bonapartista con
relación a la burguesía dominante es pura apariencia, si se considera el
contenido concreto de la política ejecutada por tal poder, la cual coincide con
los intereses económicos sustanciales de la clase dominante, pero es real a
nivel de la superestructura política, donde el parlamento es reemplazado por el
ejecutivo como máximo poder. Algunos autores, como Silvio Frondizi, Juan
José Sebrelli y especialmente Jorge Abelardo Ramos, han encontrado similitudes
entre el primer peronismo y el sistema bonapartista, características que otros estudiosos han
rechazando en forma terminante. Si
hay algo que distingue al bonapartismo ha sido siempre el profundo rechazo que
quienes invisten el poder han sentido por la libertad de prensa, y que
indiscutiblemente se dio durante el periodo 1946/1955. Dentro
de este contexto hay una obra, cuya estructura lamentablemente fue utilizada
para elaborar el panfleto “Los Protocolos de los sabios de Sión”, que pertenece
a Maurice Joly –“El diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu”-, donde
Maquiavelo (Napoléon III) con relación a la libertad de prensa dice: “Entreveo
la posibilidad de neutralizar a la prensa con la prensa misma. Ya que hay una
fuerza tan grande como el periodismo, ¿sabéis que haría mí gobierno? Se haría
periodista, sería la encarnación del periodismo… Como el dios Vishnú, mí prensa
tendrá cien brazos, y esos brazos darán la mano a todo matiz de opinión sobre
la faz del país. Se pertenecerá a mí partido sin saberlo. Quienes creen hablar
su lengua hablarán la mía, quienes crean obrar en pro de su partido lo harán en
pro del mío, quienes crean marchar bajo sus banderas marcharán bajo las mías”. En
el presente, algunos entienden que el
espíritu de la vigente ley de medios se inspira en esas ideas. No
existen tampoco dudas, que el que fue matrimonio presidencial no fue ni se
sigue siendo para nada afecto a esta libertad, puesto que no hay día en que no se
dejen de referirse críticamente a los medios, y ahora entusiasmados con ciertas
“encuestas”, muchas de ellas direccionada por la diosa Artemisa, han retomado
con vigor el embate, ejemplificado en los casos de Fibertel y Papel Prensa. En
un no tan lejano discurso (12/08), en una actitud típicamente bonapartista, y
teniendo en cuenta las reacciones judiciales que originarán los casos antes
citados, la presidente Cristina Kirchner advirtió a los jueces que: “No se
pueden plantear medidas cautelares como se hizo con la ley de medios, que
apunta a evitar la concentración económica”. La Presidente, lo dijo al
clausurar una jornada sobre “La
Justicia en el Bicentenario”, en el Teatro Nacional
Cervantes. “No se puede restringir el ejercicio que la Constitución les
otorga a los poderes Ejecutivo o Legislativo”, precisó, tras señalar: “En este
primer semestre ha reinado lo que llamo el derecho cautelar”. Parafraseando
a Madame Roland, podríamos decir: “¡Ay, República! ¡Cuantos crímenes se cometen en tu nombre!”. Y alguien dijo hace dos años: "Bueno, no importa, seremos bonapartistas, a mí la figura de Napoleón Bonaparte me parece increíble y… bueno…" -Cristina Wilhem de "Él", el 15 Sep 2011. Por Armando Maronese
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