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Devastador informe sobre corrupción K. ingresó al Congreso de USA
Por Armando Maronese - 19 de Julio, 2013, 2:34, Categoría: Corrupción - Violencia
Douglas Farah
se especializa en la investigación de las organizaciones transnacionales
criminales y grupos armados y sus efectos en los Estados y la corrupción, el
terrorismo, el terrorismo y la proliferación de finanzas, y los flujos
financieros ilícitos. Él
es el autor de un informe devastador que ingresó al Congreso, fechado el 28 de
febrero pasado, esto es, anterior a los escándalos por supuesto lavado de
dinero que desató el programa de Jorge Lanata, y otros, como el supuesto pago
de sobreprecios en la compra de aviones a la brasilera Embraer por parte de
Aerolíneas Argentinas. ¿De
qué trata? En el extracto del informe que puede leerse completo en su versión en inglés, bajo el título
"Volviendo al futuro.Argentina se
deshilacha", dice: "Bajo
el corrupto gobierno populista de Cristina Fernández de Kirchner, la Argentina se encuentra
nuevamente en camino a la ruina". Los
siguientes son apenas los párrafos del resumen de largas páginas que cuentan
sobre los cambios en los vínculos con Irán, el memorándum de entendimiento, el
atentado contra la AMIA
y los nexos con Irán y la revolución bolivariana, la investigación por Nismam
de la red de Rabbani y el complot para atacar el aeropuerto JFK, el eje de la
cocaína, la ruta de la efedrina y el papel de la Argentina en el comercio
internacional de metanfetamina, los vínculos entre el comercio de la efedrina y
la campaña de Cristina Kirchner, los vínculos entre los carteles mejicanos y
una compañía naviera argentina, los tentáculos de la corrupción; el capitalismo
amiguista en el sector energía, la estigmatización de los medios, el uso de la
publicidad oficial, entre otros... Douglas
Farah es un reconocido ex corresponsal del
Washington Post y presidente de la firma nacional de consultoría de seguridad,
IBI Consultores y Senior Fellow en el Centro Internacional de Evaluación y
Estrategia. El galardonado periodista es, además, autor de dos libros
aclamados por la crítica. "La extravagante presidente de la Argentina, Cristina
Fernández de Kirchner, se indignó el año pasado cuando, durante una gira de los
Estados Unidos, una estudiante de Harvard le preguntó cómo habían incrementado
sus bienes personales por más de 900 por ciento en menos de una década.
"No sé de dónde sacás esas cifras, pero no es así," respondió ella no
ocultando su ira. Pero las cifras provienen de sus propias
declaraciones patrimoniales requeridas por ley. Como lo demuestra un reciente
análisis, sus bienes declarados han incrementado de u$s $1.6 millones en 2003,
cuando fue elegido a la presidencia su esposo, Néstor Kirchner, a u$s $18
millones para fines de 2012, finalizando el primer año de la segunda gestión
presidencial de Cristina K; el incremento es de más de 1.000 por ciento. La gran mayoría del declarado incremento en bienes,
que se basa en valuaciones de propiedad muy por debajo del valor en el mercado,
apareció en 2008, poco después de que tomara Cristina Fernández el mandato. En
ese año, su patrimonio subió de u$s $5.2 millones a u$s $12.7 millones, y luego
siguió creciendo en los años subsiguientes. Los salarios de la presidente y de
su finado esposo Néstor Kirchner, quien le precediera como presidente,
representan menos del 4 por ciento de sus bienes. Tal es la Argentina en tiempos de Fernández de Kirchner,
cuando la ofuscación y la denegación de los hechos son rutinarias, es norma la
adquisición inexplicada de riquezas, son cada vez menos las rendiciones de
cuentas a nivel oficial, se va erosionando el estado de derecho, y los enemigos
políticos son atacados públicamente como traidores. Durante sus gestiones, Cristina
Fernández de Kirchner ha desarrollado un masivo sistema de clientelismo
político, que consiste principalmente en premiar a sus aliados políticos cercanos
con oportunidades lucrativas de negocio, muchas veces a costo de inversionistas
extranjeros cuyas propiedades han sido expropiadas en violación a acuerdos
internacionales. Como señala
un informe
- "Los que monitorean la corrupción se quejan de que su gobierno ha
castrado la supervisión gubernamental, al colocar en puestos de auditoría a
amiguetes comprometidos por conflictos de intereses. El resultado: los casos de
corrupción tardan un promedio de 14 años en avanzar por el sistema, según la organización
sin fines de lucro, el Centro para el Estudio y la Prevención de los
Delitos Económicos, y sólo 15 de 750 casos han resultado en condena." Aunque su esposo prometiera una nueva era de
transparencia en la
Argentina, tanto él como Cristina Fernández K han despedido
fiscales agresivos y han eviscerado la agencia anti corrupción del gobierno,
tendencia que ha sido señalada frecuentemente con preocupación por la Embajada de EE. UU. La Embajada señaló que aunque Manuel Garrido,
primer abogado en la oficina de la fiscalía nacional para investigación de
corrupción oficial, lanzara más de 100 investigaciones de corrupción oficial
entre 2004 y 2009, no obtuvo ni una sola condena. Muchas de las investigaciones
se dirigieron a personas cercanas a los Kirchner, desde ministros de gobierno a
administradores de obras públicas. Se acerca la
tormenta -
Luego de haber confiscado ilegalmente y sin compensación de la empresa española
Repsol su participación del 51 por ciento en YPF, la empresa petrolera más
grande de la Argentina,
actualmente el gobierno tiene congelados los bienes de Chevron en solidaridad a
un juicio en proceso en el Ecuador (A este respecto cabe decir, que al día de
la fecha Argentina y Chevrón son amigos y firmaron un acuerdo petrolero
vergonzante y humillante). Como resultado de dicha medida, una empresa aún
dispuesta a invertir en la
Argentina, se ve obligada a contemplar la posibilidad de
retirarse del todo, lo cual paralizaría el desarrollo de campos de petróleo y
aceite de esquisto. Autosuficiente en energía hasta 2010, se calcula que la Argentina podría gastar u$s
$12 mil millones en el presente año en importaciones de combustibles. La cuenta
por combustibles es un factor catalizador en la actual crisis económica en la Argentina. En un esfuerzo por rebajar los pagos sobre la deuda
externa que están vinculados a la inflación -actualmente gira alrededor del
30%-, Fernández de Kirchner ha ordenado en años recientes la falsificación de
datos económicos oficiales sobre la inflación, por lo que Argentina recibió la
primera censura formal por parte del Fondo Monetario Internacional por la
falsificación de estadística económica, y que ha costado a los inversores
alrededor de $ 7 mil millones en el transcurso de 5 años. Cristina K ha prohibido, e inclusive ha castigado
la publicación de datos económicos independientes, asegurando de que
contraminan la soberanía nacional. El siguiente paso, dado que el gobierno se niega a
remediar la situación, podría ser la expulsión de la Argentina del FMI y del
Grupo de 20. El gobierno encara actualmente la real posibilidad
de quedar nuevamente en mora luego de una reciente decisión adversa de una
corte de apelación estadounidense sobre la relación entre la estructura de
pagos a sus acreedores y la última crisis sobre bonos; decisión que según Cristina
Kirchner no acatará. El gobierno está tomando pasos autodestructivos
también en el ámbito de las relaciones exteriores. Cuando Fernández de Kirchner
alcanzó un acuerdo (Memorándum de Entendimiento), negociado secretamente con
Irán que prácticamente busca anular años de investigación, y los escritos de
acusación formal en contra de altos funcionarios iraníes por preparar y
realizar un atentado terrorista en 1994 sobre objetivos judíos en Buenos Aires,
ella anunció el acuerdo por medio de Twitter, pronunciándolo “histórico.” El acuerdo podría verse como si Estados Unidos
entablara diálogo con Al Qaeda, para retirar los cargos en contra de los
acusados de cometer los atentados del 11 de septiembre. El Ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman,
quien negoció el acuerdo, prometió a la comunidad judía que buscaría responder
a sus inquietudes por escrito en una enmienda, pero luego retiró lo dicho.
Cuando Irán rehusó cumplir el elemento fundamental del acuerdo—que los fiscales
argentinos podrían entrevistar en Irán al actual ministro de defensa iraní y al
principal sospechoso, Ahmad Vahidi—, el acuerdo no fue abrogado y aliados de la
presidente alabaron a Vahidi como “un militar prestigioso.” “Esto no es un paso adelante, es un retroceso, y si
es un paso adelante es al precipicio” manifestó Guillermo Borger, actual
dirigente en la comunidad judía de la Argentina. Como se
verán en adelante, el reblandecimiento de la posición de la Argentina ante Irán y la
investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA),
podría estar vinculado a la venta, por medio de Venezuela, de tecnología de
misiles que podrían amparar el programa iraní de armas nucleares. Déjà vu - En la Argentina, un país de 42
millones de habitantes, que en los últimos 50 años ha sobrevivido a las
dictaduras populistas de los Perón, a juntas militares que hicieron de la Argentina un sinónimo de
la “guerra sucia,” a años de hiperinflación, y a escándalos masivos de
corrupción, prevalece hoy en día un sentido de déjà vu. Luego de una década de sólidos avances económicos,
Argentina, la segunda nación más grande de Sudamérica, está viendo
deshilacharse su economía y está perdiendo una vez más el territorio ganado
arduamente por medio de severas medidas de austeridad, y el retorno a una
semblanza de estado de derecho después de su colapso económico en 2001. Esta situación se debe en parte a la decisión de Cristina
Fernández K, a seguir la política de “argentinización” de la economía, el
retorno al masivo control estatal que llevara a la ruina económica en el
pasado, pero que representa aún el sello de políticas económicas también
ineficaces de los aliados populistas radicales de la presidente en la región,
como son Nicolas Marudo quien siguió al fallecido Hugo Chávez en Venezuela,
Rafael Correa en el Ecuador, y Evo Morales en Bolivia. Como señala correctamente un cable no clasificado de la Embajada Estadounidense en 2008: "Cuando se enfocan ciertos sectores
específicos, la argentinización toma varias formas: 1) la franca
re-nacionalización de empresas privatizadas; 2) la toma de participación
accionaria del GoA (gobierno argentino) o de grupos privados locales en
empresas internacionales; y 3) la creación por parte del gobierno de empresas
estatales enteramente nuevas. Esperamos ver más casos de “argentinización.”
Sean generados por oportunismo político, nacionalismo económico, clientelismo,
o todas éstas, la tendencia parece ser permanente." No hace tanto que la Argentina parecía estar
encontrando salida del desastre económico, producido cuando se puso en mora
respecto a u$s 100.000 millones en bonos soberanos; como resultado, su economía
se desmoronó y la nación se convirtió en paría ante el mundo financiero
internacional. Sucesivos líderes, inclusive Néstor Kirchner, lograron poco a
poco retirarla del borde del abismo, para convertirse nuevamente en una de las
economías más vibrantes de Latinoamérica. Abundaban informes de corrupción,
pero parecían insignificantes en comparación a las averías “cleptocráticas” que
caracterizaron la gestión de Carlos Menem. En el proceso, la Argentina logró recobrar
su lugar como serio poder regional, sometido al estado de derecho, aunque
siempre con algunas imperfecciones. Sin embargo, el gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner, elegida a un segundo mandato presidencial por mayoría abrumadora en
octubre de 2011, está acelerando rápidamente una tendencia peligrosa hacia
recobrar su calidad de paria. Como lo dijo un grupo europeo de expertos, al recomendar una serie de sanciones por parte de la Unión Europea en contra de la Argentina: "Una serie de profundos errores de política
han contraminado la economía argentina, espoleando la inflación. Han sido
implementadas medidas irracionales en el afán de controlar la inflación y
asegurar moneda extranjera." La Argentina fue una vez una de las economías más ricas, pero
después de algunas décadas de malas decisiones sobre políticas en el pasado
siglo, degradaron al país en la liga mundial de riqueza. La Presidente Cristina
Fernández, al igual que su esposo, ha seguido dicha tradición, repitiendo
muchos de los errores del pasado. No es exagerado decir que han intentado
devolver al país a la era pasada del peronismo. Muchas de las reformas
económicas que ayudaban a salir a flote, han sido derogadas. Es nuevamente una
combinación de populismo económico, pesado intervencionismo estatal,
corporativismo, proteccionismo, y el flagrante irrespeto a la propiedad privada
que compone la política económica. En vez de consolidar el progreso económico y la libertad política, Argentina está: * Convirtiéndose en un estado delincuente que
desprecia el estado de derecho y los derechos internacionales de empresas e
inversores extranjeros y locales; * Desarrollando alianzas económicas y políticas con
Irán, el principal patrocinador estatal de terrorismo en el mundo, a la vez de
negociar la absolución de los líderes responsables por el atentado terrorista
más grande en la historia de la
Argentina, y ayudar a Irán con su programa de misiles; * Sofocando la disidencia interna y la libertad de
expresión por medio de leyes controversiales de despojo y constantes ataques
públicos, tanto verbales como físicos sobre los medios de comunicación; * Surgiendo como un nuevo centro importante para
las organizaciones transnacionales del crimen organizado (OTC) involucradas en
tráfico de cocaína, lavado de activos y el tráfico de precursores químicos,
principalmente para la producción de metanfetaminas. Durante su campaña en
2007, Fernández de Kirchner recibió casi la tercera parte de los fondos de
campaña declarados de las empresas farmacéuticas. Al mismo tiempo la Argentina estaba
importando hasta 30 veces más efedrina, importante precursor químico para las
metanfetaminas, de lo que necesitaba la industria farmacéutica legítima. Gran
parte de la efedrina fue transbordada al cartel mejicano de narcotráfico de
Sinaloa para producción de metanfetaminas. * Frenando la cooperación internacional en contra
del narcotráfico y el lavado de activos, en tanto la especialista Unidad de
Información Financiera (UIF) ha dejado de investigar las peticiones y alertas
internacionales sobre personas y empresas argentinas. Internamente, Fernández de Kirchner encara una
multifacética crisis. La inflación se ha disparado al 28 por ciento, la tasa
más alta de Latinoamérica. El desempleo está subiendo; la fuga de capitales se
está acelerando; la corrupción oficial es desenfrenada; las restricciones al
cambio monetario y las medidas proteccionistas han contraminado las
oportunidades de negocio y turismo, y han motivado a docenas de empresas
internacionales a abandonar la
Argentina. A pesar de tantos contratiempos, la presidente
gasta pródigamente, incluyendo el gasto de $ 480.000 en la remodelación de un
solo cuarto de baño en la residencia presidencial, y más de $ 110.000 en 20
pares de zapatos Christian Louboutin, al estilo de Imelda Marcos. Sus asistentes niegan los detalles de una juerga de
compras reportada en la prensa europea y con la escasez de divisas fuertes, ha
surgido un mercado paralelo de cambio. Mientras la tasa oficial de cambio es de 5 pesos
por dólar estadounidense, en el mercado paralelo ilegal se consigue alrededor
de 8.5 pesos, y la diferencia va creciendo casi diariamente. En un esfuerzo por
controlar la inflación, en febrero el gobierno declaró el congelamiento de
precios por dos meses para todos los productos en venta en los principales
supermercados. Una ley aprobada bajo presión por el Congreso y que
actualmente está bajo revisión por una corte de apelaciones, podría desmantelar
lo que queda de la prensa independiente; y una ola creciente de huelgas y
protestas en contra del gobierno, demuestran lo mucho que se ha erosionado el
apoyo a la administración. En el escenario mundial, la Argentina se ganó amplia
condena y amenazas de represalias económicas por parte de la Unión Europea, como
resultado de la nacionalización de la empresa española de energía, YPF, la
empresa petrolera más grande de la
Argentina, apagando también el entusiasmo de posibles
inversionistas internacionales. Durante la anterior gestión de Fernández de
Kirchner (2007-2011), nacionalizó la línea aérea emblemática del país y
privatizó los fondos de pensiones; su difunto esposo quien gobernara el país de
2003 a
2007, nacionalizó el correo, almacenes de embarcación, ferrocarriles y otras
empresas, ninguna de las cuales ha tenido ganancias sustanciales durante las
gestiones de los Kirchner." No
es la primera vez que este periodista escribe sobre la Argentina. En efecto, el
7 de marzo pasado, se publicó en 'The Miami Herald', una nota de Farah titulada
"Argentina va por el mal camino". Tampoco
es el único que alerta sobre la corrupción en el país que ha desbordado las
fronteras. Este lunes, el diario 'Financial Times', una especie de Biblia del
mundo de los negocios, se refería a los últimos escándalos que salieron a la
luz en el país. "Corrupción argentina: ¿lo mismo de siempre?", es el
título de la nota que dice que "La
corrupción es un deporte popular para los espectadores en Argentina -al menos a
juzgar por los índices de audiencia televisiva del programa del más prominente
periodista de investigación del país. Jorge Lanata-, durante los últimos dos
domingos, ha emitido conversaciones grabadas en video con un financista y un
contador y reveló documentos que supuestamente muestran que un empresario,
Lázaro Báez, era testaferro y socio del ex presidente Néstor Kirchner, el
difunto esposo de la presidente Cristina Fernández, y que los financistas
estuvieron involucrados en el transporte ilegal de dinero de Argentina”. El
artículo informa sobre la audiencia histórica del programa del domingo pasado,
y hace hincapié en que el “gobierno no
se ha pronunciado y negó directamente las acusaciones”. También señala
que “la corrupción está ampliamente
considerada como algo arraigado en Argentina. Ha habido muy pocas condenas
importantes, y hay cierto sentido de que los funcionarios públicos son
intocables. Según una encuesta, el 70% de los entrevistados cree en las
acusaciones, pero sólo el 14% considera que se producirán condenas". Por Armando Maronese |