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El poder de la Billetera: compra a los corruptos.
Por Armando Maronese - 17 de Julio, 2013, 2:07, Categoría: Opinión
A un año y tres meses de la
nacionalización, la corrupta administración K anunciará el primer acuerdo con
un socio privado para Vaca Muerta. El pacto genera acaloradas polémicas, ya que
el Ejecutivo otorgó facilidades que les son negadas a otros. El pragmatismo,
por encima de las restricciones. El día de las buenas noticias para YPF parece haber llegado. El
Gobierno hace concesiones impensadas y le da a Chevron gran parte de la joya de
YPF. Hoy, un año y tres meses
después de la reestatización, por fin podrá concretar un acuerdo de inversión con un "peso pesado" de la
industria petrolera global. El tema se había convertido en
una verdadera obsesión para el Gobierno,
que era consciente de
que, sin la participación de un
gran jugador, resultaría imposible
hacer efectiva la explotación de
los hidrocarburos no convencionales que encierra la reserva neuquina de Vaca Muerta. Los intentos por atraer a un socio de
relevancia resultaron particularmente complejos,
dada la situación vulnerable a la que quedó expuesto el país luego de la expropiación a la española Repsol (Otros vivillos) La posibilidad de que cualquier empresa que se asociara con el Estado argentino pudiera sufrir un embate en los tribunales internacionales, resultaba un factor de por sí disuasivo, incluso para firmas acostumbradas a
operar en ámbitos altamente inestables. Consciente de esta dificultad, el
Gobierno hasta llegó a promover un
acuerdo con la "expulsada"
Repsol, para que la española fuera accionista en un joint venture
orientado a explorar Vaca Muerta. Pero la respuesta desde el otro lado fue
inflexible. Esto, en el contexto de una cada vez más abultada cuenta dolarizada a
pagar por la importación de combustibles.
De hecho, en los primeros cinco meses
del año, el resultado neto del comercio exterior en este rubro implicó la salida de más de u$s 2.000 millones. De manera que Chevron fue
escalando -casi de manera obligada-, en la consideración de los funcionarios K:
primero fue un candidato más, luego un muy buen candidato y finalmente el único candidato posible. Y, de manera inversamente proporcional, mientras fue creciendo la necesidad de pactar con
la firma, fueron disminuyendo los
requisitos exigidos por el Gobierno para que ésta estampe finalmente la
firma en el contrato. Es así que este desembolso, que
será de u$s 1.500 millones -pese a que le permite al Ejecutivo mostrar un primer avance para la extracción a gran
escala en esa zona de la
Patagonia- le supone
un altísimo costo político. Sucede que si bien el acuerdo
permite mostrar que hay interés por parte de jugadores internacionales de
invertir en el país, no es menos cierto que la incursión de esta petrolera, le quita un poco de aire al relato oficial
en cuanto al "nacionalismo"
energético que ha venido
pregonando desde que YPF fuera quitada a la española Repsol. Es que el desembarco de la
estadounidense Chevron, representa la entrega
(con concesiones) de la llave a
una parte de las riquezas apenas
explotadas de Vaca Muerta, la
"joya" más preciada de la compañía estatal. Por lo pronto -para poder avanzar
en el acuerdo-, el Poder Ejecutivo tuvo
que ceder y otorgar
"facilidades" impensadas, liberando a la firma de parte de las
restricciones que fueran implementadas en este segundo mandato de Cristina
Fernández K. No sólo eso, hasta tuvo que hacer la
"vista gorda" ante lo sucedido con esta misma petrolera en Ecuador,
tierra de un socio político de Cristina K como lo es Rafael Correa. El acuerdo de explotación -que
será en principio por cinco años-, llega acompañado por un decreto publicado el lunes en el Boletín Oficial
que, curiosamente -bajo el título "Régimen de Promoción de Inversión para la Explotación de
Hidrocarburos"-, permitirá a
Chevrón sortear uno de los mayores obstáculos levantados por el propio
Gobierno: el acceso a los dólares. Billetera
mata relato - Cualquier casualidad es pura
coincidencia. Pero lo cierto es que el discurso
oficial parece haberse vuelto, al menos en este caso, moldeable y flexible a las exigencias
y circunstancias. La flamante normativa (divulgada
pocas horas antes del acuerdo de hoy), establece que todas las empresas que inviertan más de mil millones de dólares en cinco años, podrán exportar después de
ese plazo "el 20% de la producción
de hidrocarburos líquidos y gaseosos producidos en dichos proyectos". Ese porcentaje no sufrirá retenciones impositivas. En
efecto, el texto establece "una alícuota
del 0% de derechos de exportación". Además, dispone que las compañías
"tendrán la libre disponibilidad del 100% de las divisas provenientes de la exportación de hidrocarburos", siempre y cuando hayan
cumplido con las condiciones anteriormente mencionadas. En el caso de que se obligase a
las empresas a vender sus productos en el mercado interno -ante el riesgo de
desabastecimiento-, el nuevo régimen compromete
al Gobierno a abonar la
diferencia que exista entre el precio
local e internacional, para así evitar que las empresas vean afectada su
rentabilidad. Un acuerdo poco soberano - Antes de pactar con YPF, Chevron no escatimó en exigencias para asegurarse el retorno de su inversión. En efecto, pidió flexibilidad y libertad para:
En virtud del decreto comunicado
este lunes, el kirchnerismo parece
haber cedido a todas las
exigencias de la multinacional. Meses atrás, el 19 de diciembre, YPF y Chevron habían firmado un primer
convenio tendiente a la exploración de un área de 290 kilómetros
cuadrados, la cual comprende Loma La
Lata y Loma Campana. Lo que se decidió en ese momento
fue armar un joint venture: YPF
aportaría la concesión de Vaca Muerta, mientras que ambas firmas
compartirían los costos de explotación, además del know how y tecnología. Los expertos del sector sostienen
que la llegada de Chevron ayudará,
en cierta medida, a aliviar el flujo de
caja de la petrolera estatal,
sostenido principalmente por la venta de combustibles. Así, el desembolso de la estadounidense le otorgará -por primera vez desde
su nacionalización-, la posibilidad de
acumular algo de fondos, sin tener la necesidad de llevar a cabo
aumentos constantes en los surtidores. "La demora en la llegada de inversores obligó a YPF a tener que
soportar un mayor costo financiero en
su operatoria. También le implicó mayores desembolsos, que tuvo que hacer por
su cuenta para recuperar pozos y desarrollar nuevas cuencas", afirmó Horacio
Lazarte, economista de Abeceb.com. "Necesitaba fondos como fuera. Para ello, incluso tuvo que romper con la idea inicial del
Gobierno de congelar los precios de
las naftas. Esto derivó en una resolución que -aunque en su momento proponía
estabilidad en los valores-, en la práctica no hizo más que habilitar a la firma a aplicar más
incrementos. Ahora estas subas deberían atenuarse", agregó. De
la indignación al pragmatismo - El acuerdo firmado está generando
todo tipo de críticas. En el ámbito político, dos sectores de la
oposición ya hicieron pedidos de
informes sobre la negociación con Chevron y reclamaron la presencia de
Miguel Galluccio y de Axel Kicillof. Por otro lado, comenzaron los previsibles reproches desde sectores que sufren una creciente presión impositiva,
incluyendo altas retenciones a la exportación y la obligación de liquidar todas las divisas en el país. Sin dudas, los funcionarios K tendrán que recurrir a
sus mejores habilidades retóricas para justificar
las concesiones otorgadas a Chevron y, sobre todo, para que no luzcan contradictorias con los duros conceptos que tuvieron un año
atrás hacia Repsol. Todavía hoy se recuerdan las frases de Kicillof en el Congreso,
donde había descripto la actitud de los ejecutivos españoles, como la de quien
quería transformar a YPF "en una compañía en liquidación, en
achicamiento" y que "no paró sistemáticamente de producir cada vez
menos". Un año después, los pobres números de explotación de la
petrolera re estatizada dan pie a
quienes afirmaban que el problema, más que Repsol, era la política energética diseñada desde el
Gobierno. Por eso, la justificación de beneficios impositivos y
cambiarios para Chevron no será
fácil de sustentar para los funcionarios. Esos mismos que antes habían argumentado que no se
podía seguir negociando con Repsol, porque trataban a la empresa como "una vaca lechera a la que iban a
ordeñar hasta la muerte". El
legajo de Chevron
- En lo que se refiere al "currículum",
la petrolera, Chevron arrastra como antecedente el haber sido condenada en Ecuador a pagar u$s 19.000
millones por daño ambiental. Ese mismo fallo derivó, incluso,
en el embargo de los bienes de
la firma en la Argentina. Pero
fue el propio kirchnerismo, a
través de Alejandra Gils Carbó, Procuradora General de la Nación, que logró destrabar la situación de la
multinacional para asegurarse así la
inversión. "Ya no hay tiempo para perder millones. Ahora todo pasa por aceitar
los mecanismos que aseguren la inyección de capital para que esto, además, le dé oxígeno a Galuccio, que hasta ahora
sólo había aportado promesas",
afirmó un ex funcionario de la
Secretaría de Energía que pidió off the record. "Vaca Muerta -añadió el experto-, es una oportunidad para Chevron no sólo en lo
comercial. Además, buscará mostrar que no
depreda el medio ambiente como se dice. En eso el CEO de la firma para África
y la región, el iraní Alí Moshiri, está muy enfocado porque la condena de Ecuador le restó maniobra a
la petrolera". El
perfil de la socia - Chevron es la sexta
productora de petróleo de la Argentina,
con casi un 5% de la oferta nacional, de acuerdo con números del Instituto
Argentino del Petróleo y del Gas (Iapg). La compañía fue constituida en EE.UU. bajo el nombre
de Standard Oil Of California.
En un período de más de cuarenta años, John Rockefeller la llevó a ser la
petrolera más grande del mundo. La firma hoy dispone de importantes yacimientos petrolíferos
y de gas natural alrededor a nivel
global, además de refinerías y buques tanque. Desde 2009, el gigante aparece
clasificado por la revista Fortune como
el quinto privado con mayor caudal monetario del planeta. El
conflicto que se viene - Paralelamente al cierre del primer acuerdo concreto de
inversión en Vaca Muerta, la Confederación Mapuche y las comunidades originarias asentadas en la zona, aseguraron que no permitirán el ingreso de Chevron a su
territorio, e impugnarán el acuerdo firmado con YPF por violar el
derecho de consulta previa. La petrolera estatal dice que esa zona no es de la comunidad.
"No son tierras mapuches", dijo el domingo un vocero de la compañía
petrolera en la única declaración que hubo sobre el tema. En una conferencia de prensa
celebrada en Neuquén, Jorge Nahuel, integrante de la Confederación
Mapuche, explicó que
"no se puede realizar ningún tipo de proyecto de desarrollo o
emprendimiento en nuestro territorio, si
no se cumple con un procedimiento legal. El estado está obligado a
consultar, si no lo hace está violando la ley", en referencia a la
convención 169 de la OIT. Más allá de este conflicto por
las tierras, el punto central de este acuerdo es que el Gobierno tuvo que ceder a
las pretensiones de la petrolera estadounidense, para así poder
encontrarle socio a YPF. Una vez más, gana el pragmatismo y el relato cede ante
la "billetera" de los amos del mundo (EE.UU.) Por Armando Maronese |