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Sin Chávez, Venezuela "despierta"
Por Armando Maronese - 7 de Marzo, 2013, 0:59, Categoría: Opinión
Sin Chávez Venezuela
"despierta" a una nueva realidad: así dejó el líder bolivariano la
economía de su país. La nación está “sentada” en
una montaña de petróleo y debe comprarle nafta a EE.UU. La mayoría de los
alimentos que se consumen son traídos de afuera. Radiografía del complejo
escenario que se deberá enfrentar. Hugo Chávez, líder,
carismático, polémico y una figura sin términos medios: amado u odiado. Su
hegemonía política marcó un antes y un después en el país venezolano, aunque
ese liderazgo no tuvo su correlato en lo económico. En esos catorce años, el bolívar ha perdido más del 90% de su valor. Y esto a
pesar de que la "montaña de petróleo"
en la que está sentada esa nación (una de las mayores reservas del mundo), multiplicó por 10 su cotización. Producto de la abrupta devaluación y del mayor precio del crudo, los ingresos
del Estado provenientes de las exportaciones -medidos en moneda nacional-, se multiplicaron nada menos que por 100. El petróleo fue la base de sustento de la revolución bolivariana. La política de combustible barato fue clave
puertas adentro, aunque no se vio plasmada en una diversificación de la matriz
económica. "Es demasiado pronto
para saber cómo impactará su muerte en la cotización de esa materia prima. Pero
está claro que la suba en su importe
fue uno de los factores que hizo posible que erigiera su liderazgo", explica Daniel Yergin, vicepresidente
de IHS. Yergin menciona que "el
descontento social -provocado
por los bajos precios del barril a nivel global-, fue lo que le abrió las puertas a la presidencia a finales de los años '90
y el aumento del valor desde el año 2000 lo que dio alas a su revolución bolivariana". Fue "ese enorme flujo de fondos el principal sostén para desarrollar su
plan de gobierno, basado en un gasto
público que creció sin freno para
tratar de sostener una economía con altísimos niveles de ineficiencia". "Una ineficiencia que
se potenció con estrictos controles
cambiarios y de precios
que provocaron enormes distorsiones que, fundamentalmente, alejaron a la inversión extranjera", sostiene el analista Agustin Cramo. El ejemplo más claro es, sin
duda, el precio de la nafta, que
vale unos dos centavos de dólar
(menos que el agua mineral) al tipo de cambio oficial y menos de la cuarta
parte en el paralelo. Su valor se mantiene congelado desde 1996, aunque esto no sirvió para "anclar la
inflación", que se ha ubicado entre el 25% y el 32% en los últimos años. Insólitamente, esta distorsión llevó al país caribeño a importar nafta desde Estados Unidos,
pues las refinerías locales no lograban abastecer la demanda. Precio
congelado y ayuda estatal,
una mezcla tan extraña como explosiva. A punto tal que la petrolera estatal Pdvsa dejó de percibir u$s 11.000 millones al año por el
subsidio a los combustibles en el mercado interno. "Las compras venezolanas de hidrocarburos a
Estados Unidos han crecido a niveles nunca vistos. De hecho, el
pasado diciembre tuvo que importar un volumen récord de 197.000 barriles por
día, de los cuales la mitad era nafta", señala Andrew Lipow, presidente de
Lipow Oil Associates. "Lo que estamos viendo
es que Venezuela ha aumentado su
dependencia de EE.UU. mientras que, en sentido
inverso, este país está reduciendo su dependencia del petróleo
venezolano", concluye. Pero ésta es apenas una de las tantas paradojas que
conforman una economía
"socialista" en la que reina el consumismo y en la que las
permanentes arengas en contra del "imperio yankee" tienen como
"lado B" que la nación estadounidense es su principal comprador de petróleo. El
tipo de cambio: la otra gran distorsión. La distorsión en el precio
de la nafta no es la única rareza, pues lo que ocurre en el mercado cambiario también es el
resultado de una economía fuertemente
intervenida por el Estado. Durante mucho tiempo
llegaron a convivir hasta cuatro tipos
de cambio frente al dólar (el de productos
básicos, el general, el
de operaciones financieras y el
del mercado paralelo). En la actualidad, el precio del billete informal -cuya cotización no puede publicarse- ronda los 26 bolívares, mientras que el cambio oficial es de apenas 6,3 bolívares por dólar. Incluso tras la reciente devaluación del 50 por ciento de la moneda venezolana. Cuando se quiere saber a cuánto cotiza el paralelo, se debe recurrir a las
páginas de Internet en las que a
la divisa estadounidense se la denomina "lechuga
verde". Hasta que se modificara la
paridad existían mecanismos que permitían acceder al mercado para pagar
importaciones. Pero, luego de ésta, los brotes de escasez y el consiguiente racionamiento de productos básicos, también se han ido
extendiendo a los importados por
la dificultad para conseguir dólares. Como consecuencia de dicho
control, las empresas extranjeras se vieron impedidas de girar
dividendos al exterior. Ello, sumado a la política chavista de expropiar compañías, ahuyentó de manera acelerada la inversión extranjera, a excepción
del sector de hidrocarburos. Debido a esta política, Venezuela pasó a estar en el podio de
naciones más demandadas en el Ciadi (tribunal
de arbitraje del Banco Mundial). Claro está, antes de que Chávez se retirara
del mismo. Los
números bolivarianos - En todos estos años, los intentos para frenar la inflación han sido en vano, y el país -junto con la Argentina-, se ubicó al tope del ranking de aquellos
estados con mayor suba de precios a nivel mundial. En ese lapso, el PBI se movió en forma errática y lejos
estuvo de alcanzar las tasas chinas o similares a las del
"vecindario". Luego de alcanzar un máximo
del 8,8% en 2007, cayó entre 2009 y 2010, para luego subir en forma leve. A lo largo de su mandato, creció al 2,7% anual, según datos del FMI. El irrefrenable aumento del gasto público hizo que el déficit fiscal se elevara hasta un 7,5% en 2012. En tanto, la deuda pública fue creciendo hasta
representar la mitad de su PBI,
poniendo en evidencia los serios
problemas que enfrenta la economía del país. El
futuro de Venezuela sin Chávez. El país caribeño comenzará a
transitar un camino más peligroso
aun, habida cuenta de su endeble
situación económica a la que ahora se suma la falta de un líder. En gran medida, mucho
dependerá de las condiciones políticas que
se generen hacia el futuro por la sucesión. A pesar de contar con una de
las mayores reservas
comprobables de petróleo del mundo
y de las enormes regalías generadas por su extracción, su empresa estatal Pdvsa presenta un enorme e
indisimulable atraso tecnológico
y su endeudamiento es superior a
los u$s 50.000 millones. En tanto, el país se ve obligado a importar alimentos porque
nunca se puso en marcha su aparato productivo. Si bien cuenta con tierras aptas
para la producción, tradicionalmente prefirió
vivir de las rentas del petróleo, lo cual lo obliga a traer de afuera prácticamente todo lo
que se consume internamente. Lo evidente es que, de
manera inexorable, tras su desaparición surge una nueva agenda política que incluye elecciones presidenciales,
luego de las cuales su economía comenzará a recorrer un derrotero muy incierto. Para el gobierno de
transición será clave mantener la sensación de bienestar. Para ello,
inexorablemente, le dará mayor impulso a
un ya descontrolado gasto público.
En cuanto al dólar, existen versiones de que se estaría analizando abrir alguna "ventanilla"
que permitiría acceder al mercado de manera legal a un tipo de cambio diferencial. "Los dólares ya no se encuentran ni en el mercado paralelo.
El índice de escasez es alto y está creciendo, mientras la inflación se acelera",
especifica un comunicado de Bulltick Capital Markets, con sede en Miami. Un reciente informe de
Goldman Sachs afirmó que las internas del partido gobernante, con la mirada
puesta en las próximas elecciones, "podrían dar lugar a riesgos económicos e institucionales
que los inversores no deben pasar por alto". Amy Myers Jaffe, experta en
energía y geopolítica de la
Universidad de California, asegura que la muerte de Chávez
puede dar lugar "a un período de
inestabilidad e incertidumbre en Venezuela, lo cual nunca es bueno para
las exportaciones de petróleo". Pero nunca como en este momento, el
comercio exterior se hará tan indispensable para el país. "Con su política
sectorial, Venezuela ha hipotecado su
futuro y depende tanto de los ingresos del crudo que deberá hacer todo
lo que esté a su alcance para aumentar las exportaciones. El país tiene que
afrontar con seriedad la reconstrucción
de su industria petrolera", agrega Jaffe. "Tras su muerte, Chávez
dejó detrás una economía extremadamente
debilitada por los altos niveles
de gasto, la intervención,
la inflación y los problemas de abastecimiento", comenta Yegin. El país bolivariano comienza
a escribir uno de los capítulos más
peligrosos de su historia reciente. Es que sin el carisma y el carácter del
hombre que se llamaba "el comandante", no está muy claro cómo harán sus sucesores para mantener el sistema que él ha creado. Como al comienzo, sin Chávez
Venezuela "despierta" a una nueva realidad: así dejó el líder
bolivariano la economía de su país. Pero hay un país que terminará mucho peor
que Venezuela: Argentina. Por Armando Maronese |