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Mientras la maquinita emite a full, hay que pasar el verano
Por Armando Maronese - 3 de Diciembre, 2012, 15:06, Categoría: Economía - Empresas -Comercio
Ahora se impone la frase "hay que pasar el
verano" y el Gobierno enfrenta diciembre con la maquinita de emitir a
full. El
Ejecutivo sabe que los próximos meses serán pesados y calurosos. Pero no por el
clima, sino por la acumulación de conflictos, tensiones y deudas que debe
afrontar. El 2013 luce más distendido. El problema es que, en materia
económica, no empezará el primero de enero sino que llegará con retraso. Desde que el legendario Álvaro Alsogaray
la patentara en un discurso del 28 de junio de 1959, la frase "hay que pasar el invierno" se
ha transformado en un clásico de
la política argentina. Pasan los años, pero sigue siendo recordada. Tal vez,
porque expresó con total claridad lo que significa gestionar la economía en un país volátil, donde un lapso de tres meses puede llegar a ser
"largo plazo". Hoy, varias décadas después, pero con el mismo apego por la
incertidumbre, aparecen voces de alerta
que indican que "hay que pasar el
verano". Es que, a pesar de que el 2013 pinta como un año
de recuperación y de cierto alivio financiero, antes de llegar a esa posible
reactivación -con ingreso de más sojadólares- habrá que atravesar un período muy complicado. "El PBI estará plano todo el 2012 y
en baja durante el primer trimestre de 2013. Será necesario llegar al segundo trimestre a cualquier costo",
se alarma el consultor financiero Salvador Di Stefano. En su visión, a la espera de que lleguen
los dólares de la exportación agrícola, el Gobierno deberá enfrentar
grandes necesidades de financiamiento,
que suelen intensificarse sobre finales de año. En definitiva, prevé un nuevo empujón en la emisión de dinero. También el economista Tomás Bulat
advierte: "Un nuevo problema se
avecina, se llama verano".
Y destaca dos posibles frentes de
conflicto, uno por una eventual escapada
del dólar blue, otro por la presión sobre un agobiado sistema energético. Otras voces han salido a alertar por cómo
se ha disparado el índice de riesgo país desde que se agravaron los problemas de Argentina con los
llamados "fondos buitre",
más allá de la leve mejora de los últimos días. Diciembre se escribe con
"M" de maquinita - En lo que se
refiere al frente externo, será
necesario juntar dinero para
afrontar los siguientes compromisos: * El 15 de diciembre se cancelará en dólares el cupón PBI, un pago ligado al crecimiento del país (el de 2011) que, paradójicamente, hoy muestra una fuerte desaceleración de la economía. * Además se suma otro factor estacional, como es la salida de argentinos que van a pasar sus vacaciones en otros países. Cada vez son más, y eso hace que se
requiera de una mayor cantidad de
billetes verdes para darles. Justo en un momento en el que se necesita
ser más "amarrete" que nunca. "El Gobierno hizo un gran esfuerzo para acumular dólares en
los últimos meses, previendo las
deudas de diciembre",
afirma Gastón Rossi, director de LCG, la consultora que codirige con el ex
ministro de Economía Martín Lousteau. En "casa", las cosas tampoco lucen demasiado tranquilas. Sucede que, a fin de año, suelen haber más necesidades de gasto fiscal, por motivos estacionales. Por ello, en un
2012 en el que la recaudación no es de las mejores, puede que la estrategia
oficial sea la de cortar la actual moderación monetaria y retomar la impresión de billetes. Carlos Melconian, un economista al que
suelen escuchar con atención los empresarios, cree que "hacia delante se consolidará el uso de la ‘maquinita'
para cubrir las cuentas del Gobierno". En general, los analistas prefieren
hacer cálculos de corto plazo,
señalando que, de cara a las próximas semanas, hay factores estacionales que agregan aun más presión a la economía. Además de los mencionados, otra
"cuestión de peso" es el pago
de aguinaldos y de vacaciones a los empleados públicos en diciembre, unas tres millones de personas. Los
analistas dan por descontado que
se recurrirá a un mayor financiamiento
del Banco Central. Así las cosas, en lo que resta del año,
la "maquinita" de fabricar
pesos funcionará a su máxima
capacidad. Lo paradójico es que puede ser el único "fierro
industrial" que se conserve caliente, si la actividad no reacciona. Las
estimaciones dan cuenta de que en diciembre
se imprimirán unos $ 20.000 millones, que se sumarán a los casi $ 50.000
millones "fabricados" de enero a noviembre. En buen romance, la sola emisión en el mes de las fiestas sería del 40% del total emitido en los 11 meses previos. La mirada atenta en el blue - En este contexto de "lluvia de pesos", no son pocos los analistas que advierten una cuestión de por sí
peligrosa: que parte de ese caudal "drene"
al dólar paralelo e impulse su
cotización. De hecho ya sucedió en
julio cuando, por el efecto aguinaldo y la mayor demanda por vacaciones
de invierno, su precio se disparó a casi
siete pesos. "El blue está
barato en los valores actuales, si se tiene en cuenta que hacia fin de año puede aumentar, producto de un excedente de
moneda local que se oriente al circuito marginal", razona Di Stefano. El "efecto vacaciones" es otro
gran factor que le pone una presión extra a las arcas del Banco Central, porque
acelera la "fuga" de dólares.
Son muchos los argentinos que viajarán
al exterior en los próximos meses. Según datos del Banco Central, la salida de divisas por efecto del turismo se viene
incrementando desde principios de año. De enero a septiembre se contabilizaron unos u$s 3.000 millones. Y aún falta
el trimestre de más movimiento turístico. Claro que, además de los dólares que el
Central les paga a las aerolíneas y a las agencias de turismo, hay que agregar
otra cuestión: la mayor demanda
de argentinos en el mercado paralelo.
Esta es una preocupación que no pasa inadvertida en el Gobierno. "En el mercado hasta dicen que
estaría evaluando inyectar algunos
dólares extra para evitar una mayor presión sobre el blue",
señala Fausto Spotorno, director de Research del Estudio Ferreres. Así las cosas, en la city ya dan por
descontado que diciembre será un
mes realmente movidito, lleno de
sorpresas y tensiones en torno al dólar. Por lo pronto, el calendario muestra dos fechas de pago, algo que incluso
podría haber sido peor si no fuera por el "oxígeno" que la justicia
estadounidense otorgó en la pulseada con los fondos buitres.Como resultado, las consultoras ya ajustaron a la baja la cantidad de reservas con las que
contará el país para el 31 de diciembre. Jorge Todesca, titular de Finsoport,
prevé "una caída del orden de los u$s
3.800 millones". El "verdadero"
2013 empieza en abril - No deja de ser llamativo este clima de nerviosismo pre-veraniego, si se tiene en cuenta que
hasta hace pocas semanas reinaba una sensación de optimismo. A fin de cuentas, los indicadores muestran que lo peor del "freno" a la
economía ya quedó atrás, que los
precios de la soja siguen siendo buenos y que de cara al 2013 el país debería
enfrentar un período de alivio. Sin embargo, el alarmismo de los analistas tiene su explicación. Es que si bien todos comparten la idea de
que el año próximo el país experimentará una mejoría, podría decirse que -en lo
que respecta a la economía-, para la Argentina el
año que viene no empieza el 1° de enero sino que vendrá con retraso, ya
que su verdadero inicio será en abril.
¿Por qué? Porque es cuando comienzan a ingresar
los primeros dólares provenientes
de la exportación agrícola. Vale
decir que, hasta antes de ese mes, sólo es de esperar una seguidilla de malas noticias y de situaciones
estresantes. Prudencia oficial - A pesar de
que se avecina un año electoral clave, el Gobierno viene dando señales de que
buscará "girar las tuercas" en 2013. Es decir, intentará moderarse en algunos
aspectos, sobre todo en el gasto
público y en la emisión de
dinero. Principalmente, el freno
de mano se puso tanto en las obras
de infraestructura como en las distintas transferencias a empresas (es decir, los polémicos subsidios). "En los últimos cuatro meses la obra pública muestra un parate. En
particular, en provincias grandes como Córdoba y Buenos Aires, por lo que el freno se siente aun con más fuerza", asegura el
empresario de la construcción Santiago Riva. Por el lado de los subsidios a empresas, éstos crecen a
un ritmo del 16% anual, es decir, varios
puntos por debajo de la inflación. "Es una buena noticia que los gastos vengan desacelerándose en todos
los reglones", señaló el economista Hernán Lacunza, ex gerente del Banco
Central y actual director de Empiria Consultores. Claro que la gran pregunta es si esta
tendencia podrá afrontar un cambio abrupto. El propio Lacunza cree que sigue
siendo prudente "tomar los cambios
con pinzas". Considera que el Gobierno podría estar
haciendo "caja" para afrontar un año electoral donde los
gastos tienden a subir casi por efecto reflejo. Sin embargo, los analistas coinciden en
que hasta marzo será casi imposible
que el país tenga la posibilidad de "ahorrar" nuevos dólares. Así
es que en la Casa Rosada ya saben
que, más que tomarse vacaciones
y entusiasmarse con la tan ansiada recuperación, es mejor prepararse para los problemas que llegan con el calor. La situación ya trascendió las
fronteras, tal como lo ha dejado plasmado un título del Financial Times: "El largo y caluroso verano de
Cristina". Por Armando Maronese |