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68 días: Cristina vive una cuenta regresiva
Por Edgar Mainhard - 21 de Noviembre, 2012, 0:45, Categoría: Opinión
Los personajes más
importantes del peronismo, han comenzado un debate confidencial pero muy
expresivo acerca de la licuación de poder que registra Cristina Fernández de
Kirchner. Cada uno comienza a tomar posiciones, discretamente. Quienes más
experiencia tienen ya saben cómo puede terminar la desintegración del 54,11%
famoso de octubre de 2011. Desde el jueves 13S al martes 20N han transcurrido
68 días. Entre ambas fechas sucedió el jueves 8N. La
Presidente de la
Nación no consiguió
reaccionar con demostraciones de poder efectivo a ninguno de los 3 eventos.
Solamente apeló al monólogo por cadena nacional, algo que en términos del
peronismo se conoce como 'jarabe de pico'. Es
inevitable, entonces, que el saldo resulte una licuación del poder presidencial. El jueves 13S sorprendió no
solo al Frente para la
Victoria, pero en especial al Frente para la Victoria: una notable
expresión popular de alcance nacional que Cristina Fernández de Kirchner podría haber intentado contener. Sin
embargo, ella prefirió desconocer el impacto de esa movilización popular
-en la jerga, 'ningunear'-,
provocando o bien facilitando la convocatoria al jueves 8N. Antes, transcurrió la gran
oportunidad que habían imaginado simpatizantes de Cristina para intentar el
contraataque. Fue el sábado 27/10,
cuando se cumplían 2 años del fallecimiento del líder fundador del Frente para la Victoria, Néstor Kirchner. Pero fue evidente la
ausencia de alguna acción significativa.
El jueves 8N fue multitudinario, impactante por su
complejo alcance sociocultural y geográfico, y el único concepto que le mereció
a Cristina Fernández de Kirchner fue que no cedería ante reclamos que no
coinciden con su forma de pensar. La Presidente de la Nación decidió aislarse, y esa preferencia
tiene sus consecuencias inevitables. El martes 20N acaba de
ocurrir una jornada nacional de protesta de * sindicatos que alguna vez
fueron aliados de Néstor y Cristina, * sindicatos que siempre
estuvieron en contra, * partidos políticos de
izquierda, y * el gremialismo más activo
de los productores agropecuarios más pequeños. * También existió -no tiene
sentido negarlo-, simpatía o adhesión de otros ciudadanos. Sin embargo, la Presidente de la Nación acaba de afirmar,
nuevamente, que no cederá, que los huelguistas fueron patoteros que intentan aprovecharse de su género
femenino, y deslizó algunas otras consideraciones que carecen de relevancia en
términos de disputa del poder. Para los protagonistas del
peronismo, Cristina Fernández de
Kirchner se encuentra a la defensiva y nadie avizora cómo ella puede abandonar esa complicada
situación sin modificar tan siquiera su gabinete de colaboradores. Ellos temen que ella haya perdido la
percepción de su realidad política. En los 68 días transcurridos
desde el 13S, el saldo presidencial es negativo,
y eso provoca un debate incipiente
acerca del futuro del peronismo y del gobierno nacional. Cristina sigue empeñada en
hablarle a los militantes clientelares de La Cámpora
que la siguen a todas partes, creyendo que esa claque es "la gente", y considera que ni los del 13S ni los
del 8N ni los del 20N integran esa categoría de "gente". Cristina termina
reaccionando en forma bastante similar a su fallecido marido Néstor Kirchner,
durante el largo conflicto agropecuario de 2008, sin comprender que así fue como ambos llegaron a la feroz derrota
electoral de 2009, el origen de
los desvelos de Kirchner, que concluyeron con su muerte en 2010. Cristina tendría que rescatar
el Kirchner del período 2004-2007,
cuando él intentó incorporar a ex duhaldistas y
radicales a su Frente para la
Victoria, y así fue
como ella llegó a la
Presidencia de la
Nación. "Cristina se olvidó de sumar, solo sabe restar",
explicó un diputado nacional que ha comenzado a tomar distancia hace varios
meses ya. No
hay gobierno populista posible sin capacidad de reacción ante 3 eventos
adversos de resultado demoledor. Y así se marcha hacia el viernes 7D, fecha en la que la Presidente de la Nación ha depositado excesivas expectativas, la oportunidad
en que promete concretar la movilización pendiente desde el 13S. Sin embargo, los
acontecimientos adquieren una velocidad vertiginosa, incluyendo la sospecha de
que ni ella tiene el apoyo amplio del
54,11% al que se refiere en forma permanente, ni ella comprende que tiene muchos más frentes abiertos que el de
Grupo Clarín. En un año, la Presidente de la Nación ha liquidado gran
parte de su capital político, y no ha logrado resolver ninguno de los problemas
que se acumulan sino que ha agravado su situación. 1. Cristina ha conseguido fracturar el sindicalismo pero la porción más
activa es la que quedó enfrentada a ella. 2. Cristina tiene problemas
evidentes con la denominada 'clase media', a
la que intenta recuperar con
apelaciones que ya no provocan el interés que pueden haber conseguido en el
pasado. 3. Cristina tiene problemas
muy serios con miles de jubilados a
quienes les adeuda la indemnización de demandas ganadas por ellos o en
vías de ganarlas. 4. Cristina tiene problemas
con algunos gobernadores, que
serán mayores cuando se aproximen las paritarias 2013, y se 'descubra' que ellos
no estarán en condiciones de afrontar nuevos ajustes salariales porque
el incremento de la presión tributaria es límite. 5. Cristina tiene
diferencias con varios 'barones del conurbano' por
incorporar a Nuevo Encuentro a Unidos y Organizados, su corriente
político-electoral estrella. Nuevo Encuentro, que lidera Martín Sabbatella, el jefe de la AFSCA tan importante para el 7D u 8D o 10D,
confronta con varios de los 'barones'
peronistas. 6. Cristina tiene una complicada situación judicial-financiera
externa, recupere o no la fragata Libertad, consiga o no que por ahora
el juez neoyorkino Thomas Griesa postergue su decisión más adversa. 7. Cristina tiene por
delante una declaración negativa del
Fondo Monetario Internacional por la corrupción en la elaboración de las
cuentas públicas argentinas. 8. A
causa de la situación fiscal complicada, que provocó el no ajuste del mínimo no
imponible, se acumulan impagos de reintegros a exportadores y a proveedores y
contratistas, lo que provoca mucha tensión entre grandes contribuyentes, en
especial por la forma discrecional en
que la Presidente
de la Nación
ordena resolver solamente algunos casos puntuales. Tal como podrá apreciarse, la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual no es el único problema de la Presidente y suponer
que en diciembre ella podrá evaporar el resto, resulta por lo menos ingenuo. Ni
pensar las consecuencias de un escenario también probable: que Cristina fracase en sus mega objetivos
del 7D. Por lo demás, lo que la Presidente consigue con
sus reacciones negativas ante cada circunstancia, es provocar a los reclamantes. Más del 70% de los
participantes del 8N se encuentra dispuesto
a regresar a otra movilización contraria a la Presidente de la Nación. Los
participantes del 20N terminaron la jornada planificando nuevas acciones de
protesta. Y los líderes del peronismo
observan con preocupación el escenario. Mencionan el desgaste acelerado y se
plantean los límites de Cristina. Algunos
inclusive imaginan escenarios para el poscristinismo y ya especulan sobre la
sucesión que vendrá. Por Edgar Mainhard |