Calendario
ApúntateCategorías
Archivos
Sindicación |
El gobierno de Cristina Kirchner sí es una dictadura
Por Nicolás Márquez (*) - 13 de Julio, 2012, 1:45, Categoría: Corrupción - Violencia
Dejando a un lado el concepto histórico
que nos señala que la dictadura es una institución antiquísima que la
contemplaba por excepción la antigua República Romana, y si nos atenemos
simplemente a los que nos dice el diccionario contemporáneo, nos encontramos
con que la dictadura es un sustantivo femenino definido como “forma
de gobierno que se concentra en las manos, o de una sola persona (denominada
dictador) o de un grupo de personas afines a una ideología o movimiento, los
cuales poseen el poder absoluto, controlando éste los tres poderes del estado:
el legislativo, el ejecutivo y el judicial”. Mucho se ha discutido este concepto en
los últimos días. La gente que salía por las calles de Buenos Aires a protestar
con sus cacerolas, decían estar repudiando “la dictadura de los Kirchner”. Ante
esto, muchos periodistas “opositores” con la prudencia soporífera que los
caracteriza, consideraron “exagerado” tildar al kirchnerismo en estos términos,
y para tal fin esbozaron dos argumentos para contrarrestar el “exabrupto” de
marras. Por un lado, fundamentaron que esto no es una dictadura porque “al
kirchnerismo lo votó la gente”, lo cual es un grave error, porque la noción de
“dictadura” no se mide por el modo en como un gobernante llegó al poder, sino
por el modo en como se ejerce ese poder. Prueba de ello es que dictadores
emblemáticos del Siglo XX como Hitler, Perón o Mussolini, gozaron de esa
legitimidad de origen y el aval sufraguista no les quita la etiqueta señalada.
El otro razonamiento absolutamente
descontextualizado que se usa para deslegitimar el “apodo desmedido”, es que
“tras haber `sufrido` el último gobierno militar no podemos seriamente sostener
que el kirchnerismo sea una dictadura”. Por empezar, en aquellos tiempos de la
guerra fría y con guerrilla contante y sonante, los gobiernos autoritarios de
hace 40 años no tenían ni por asomo las características de los gobiernos
autoritarios actuales. Es más, en la Argentina de entonces hasta los gobiernos de
origen democrático, eran tan abusivos como los de facto ¿Ejemplo de ello? El
propio gobierno peronista obrante antes del 24 de marzo de 1976, también hacía
desaparecer guerrilleros, clausuraba diarios y perseguía opositores. En aquella
época había que comparar a la
Argentina no con la Venezuela de Chávez sino con la URSS, Alemania comunista,
China, Rumania, o los distintos gobiernos de facto existentes en Latinoamérica.
Hoy no sólo no hay guerra de baja intensidad sino que las comunicaciones
instantáneas con el auge de Internet, la globalización y la mundialización del
derecho, mantienen un contralor sobre los gobernantes del planeta tan estricto,
que por despiadados que éstos sean se ven obligados a morigerar sus eventuales
atropellos institucionales o maniobras invasivas de la libertad individual. En efecto, hoy no hay lugar para un
Stalin, pero sí para un Hugo Chávez y similares. Las dictaduras del Siglo XXI,
por los motivos señalados, tienen características distintas de las del Siglo
pasado, entre otras cosas porque las actuales mantienen formalmente aspectos
republicanos o cierto disfraz institucional aunque más no sea como parodia o
decoración. Luego, para poder contestar el
interrogante planteado en la epístola presente, tendríamos que parangonar a la Argentina con los países
contemporáneos y a la vez, tomar cinco variables clave, a saber: 1) independencia
del Poder Judicial, 2) libertad de prensa, 3) calidad
institucional, 4) libertad de acción 5) postulado de la tendencia. Vayamos a cuentas. Conforme el ranking
mundial de independencia del poder judicial, la Argentina kirchnerista
se encuentra en el bochornoso puesto número 115 (detrás de Camerún,
Bosnia y Nicaragua). En cuanto a de libertad de acción, una vez más Argentina
decepciona en el ranking internacional, ostentando el patético puesto 138 sobre
un total de 179 países evaluados, por debajo de “potencias” tales como
Mauritania, Nigeria y Haití. En calidad institucional, las noticias
no son mucho mejores: al año 2011 ocupamos el indecoroso puesto número 125
¿Libertad de prensa? Pues nuevamente hacemos el ridículo: ocupamos el puesto
número 104 sobre 196 países estudiados. El quinto elemento, al que dimos en
llamar postulado de la tendencia, tiene que ver con poder advertir cuál ha sido
la tendencia de una administración, si tendió a ampliar las libertades o a
restringirlas. Conforme las mismas fuentes consultadas,
de los ítems analizados en todos ellos, la Argentina estaba mucho mejor posicionada en el
año 2003 y ha tenido un deterioro progresivo y constante en cada rubro
mencionado desde entonces y hasta el 2011, con lo cual queda confirmado que la
tendencia es inequívocamente dictatorial. Con estos detalles provenientes de
inobjetables y desapasionadas fuentes internacionales: ¿Es acaso una desmesura
decir que Cristina Kirchner comanda una dictadura? Son los datos objetivos de
la realidad los que nos obligan a concluir que el kirchnerismo sí es una
dictadura. Va de suyo que los canales y programas estatales
de auto elogio, se mofan y ridiculizan este tipo de calificaciones, pero en
suma, todas las dictaduras siempre cuentan a su merced con una ruidosa corte de
alcahuetes que se dedican a explotar la propaganda oficialista. Pero la
existencia y función de este tipo de publicistas (infaltables en los sistemas
dictatoriales), no hace más que confirmar y delatar la tesis que sostenemos en
estas líneas. Por Nicolás
Márquez (*) (*) Los libros de Nicolás Márquez se consiguen en los siguientes puntos
de venta: http://www.cuspide.com/servicios/locales_venta.php Venta por Internet: http://www.boutiquedellibro.com.ar/locales.aspx http://www.tematika.com/ayuda/ayudaEstandar.jsp?url=%2Fayuda%2Fcompra.jsp http://www.cuspide.com/servicios/como_comprar.php
|