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El ADN más antiguo identificado tiene 550 millones de años
Por Armando Maronese - 20 de Junio, 2012, 20:28, Categoría: Ciencia - Salud
Un estudio en el que ha participado el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha identificado las secuencias de ADN no
codificante más antiguas que se conocen, algunas de las cuales están
presentes tanto en humanos como en parientes de los corales. La comparación de
los genomas de múltiples animales, distribuidos por las ramas del árbol de la
vida, ha develado que no sólo las proteínas que nos construyen, sino también
algunas de las instrucciones de cómo y dónde usarlas, estaban presentes en
nuestros ancestros desde hace más de 550 millones de años. El estudio ha sido
publicado en el último número de la revista Proceedings of the National
Academy of Sciences (PNAS). “Desde hace más de 500 millones de años
la evolución ha ido seleccionando formas de combinar proteínas, de forma que
los órganos y su fisiología han ido cambiando a través de generaciones, dando
lugar a todos los tipos de animales que viven hoy o que existieron en el pasado.
Por esta razón, uno de los objetivos de la investigación contemporánea en
biología está en comprender esa combinatoria, su mecanismo y su evolución”,
explicó el investigador del CSIC José Luis Gómez-Skarmeta, del Centro Andaluz
de Biología del Desarrollo. Sólo el 5% del ADN de los vertebrados es
codificante. Esto quiere decir que sólo una pequeña parte del genoma contiene
genes capaces de generar ARN que sirva de mensajero entre el ADN y los
mecanismos que se encargan de elaborar proteínas. El 95% restante de ADN no codificante, ha recibido durante muchos años el
nombre de ADN basura. “De las proteínas procedentes de ese 5%
sólo una parte, los denominados factores de transcripción, se encargan de
controlar la expresión de otros genes, es decir, la producción de todas las
herramientas del genoma. Así, cada tipo celular por ejemplo una neurona, expresa un conjunto de factores de
transcripción que, regulando la expresión del genoma, hace que la neurona
produzca todo lo que la hace funcionar como tal”, señaló otro investigador del
CSIC Fernando Casares, también del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo.
Pistas para entender el pasado. El ADN no
codificante, "injustamente calificado como ADN basura" según los
investigadores, contiene las regiones reguladoras que son las que controlan
cuándo, cómo, en qué cantidad y dónde se debe generar ARN a partir de ADN, un
proceso que se denomina transcripción genética. “Estas regiones reguladoras, son
secuencias de ADN que actúan como pistas de aterrizaje molecular para las
combinaciones de factores de transcripción. Cada tipo celular, a lo largo de su
diferenciación, expresa combinaciones distintas. Si la pista está disponible y
la combinación específica está presente en la célula, los factores de transcripción
"aterrizarán". De esta forma, se producirán ciertas proteínas y otras
no. Por ello, estas regiones reguladoras guardan la clave para entender el
pasado, el presente y, quizá, el futuro de las células de un organismo”, apuntaron
los investigadores del CSIC. Durante la investigación se realizaron
ensayos en distintos organismos, como erizos de mar, moscas de la fruta y peces
cebra, que demostraron que una de las secuencias de ADN no codificante
identificadas, inducía a la expresión de neuronas en proceso de diferenciación
en todos estos organismos. "Si las herramientas son, en gran medida,
universales, la evolución de los organismos ha de estar basada también en gran
medida, en cambios en la combinación de factores de transcripción y de las secuencias
reguladoras a las que se unen. Si los humanos tenemos un mecanismo que también
poseen los corales, probablemente también lo tuvieran nuestros ancestros
comunes hace cientos de millones de años", concluyó Gómez-Skarmeta. Armando Maronese Fuente: CSIC |