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Revelar secretos de estado
Por Victoria Ginzberg - 15 de Agosto, 2008, 18:35, Categoría: Los Kirchner .Tiranías fascistas.
Viernes 15, Agosto 2008 - 17.38 - Archivo DIARIO BWN PATAGONIAhttp://bolsonweb.com.ar/diariobolson/index.php 21/06/2008 SEPRIN: Esto si es revelar Secreto de Estado, pero lo hizo Pagina 12 así que no pasa nada. SEPRIN fue acusado de revelar secretos de estado. Allanaron las oficinas del medio y la casa de su director, Héctor Alderete. Desnudaron a su madre y su pareja. La madre de Héctor es una señora mayor, con artrosis y problemas cardiacos. Incautaron televisores y hasta los teclados de las computadoras. "Portal perseguido políticamente por el Gobierno de los Kirchner... Que nos quieren ver presos por informar la verdad y opinar diferente...", reza SEPRIN en sus paginas. El 10 de septiembre de 2006, la Secretaria de Inteligencia le da al Diario Pagina 12, el legajo del Diputado Nacional opositor a los Kirchner, Juan José Álvarez, violando el Secreto de Estado. Obviamente no sucedió nada y la jueza cercana a la SIDE, Arroyo Salgado, que persigue a SEPRIN y ordenó el allanamiento de dicho medio digital, no se enteró. Tampoco se enteró ni Pocino ni Stiusso. ¿De que Justicia hablamos entonces? Informe de SEPRIN ( Las fotos fueron tapa en Página 12) LO QUE SIGUE ES EL LINK AL DIARIOhttp://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-72770-2006-09-10.html Así definió a Juan José Alvarez, el ministro de Interior de la dictadura Albano Harguindeguy, al recomendarlo en la SIDE. El diputado aseguró, en 1981, que quería entrar a la Secretaría de Inteligencia para "servir a la patria". Hizo cursos de subversión y contrasubversión. El legajo. Por Victoria Ginzberg "Conozco desde hace más de cinco años al candidato y lo considero un excelente elemento que no defraudará la confianza que en él se deposite. Un fuerte abrazo." La carta, fechada en mayo de 1981 y firmada de puño y letra por el general Albano Harguindeguy, entonces ministro del Interior, estaba dirigida al general de división Carlos Alberto Martínez, secretario de Inteligencia del Estado. No sería difícil conseguir el puesto con semejante recomendación. Fue así como el ex ministro de Justicia y por entonces estudiante de Derecho Juan José Alvarez –ahora diputado del grupo "El General"–, se convirtió en agente de la SIDE. Allí revistaba bajo el alias de Javier Alzaga. En 1981 había pasado la etapa más dura de la dictadura. Los secuestros, asesinatos y torturas ya no eran tan frecuentes –aunque no inexistentes–, pero las denuncias sobre los crímenes cometidos por los militares que se empezaban a difundir en el país y, sobre todo, en el exterior, amenazaban la continuidad del gobierno militar. En mayo de ese año, Alvarez se presentó como postulante a agente de Inteligencia. Según se desprende de la carta que él mismo escribió a sus "futuros superiores", uno de sus objetivos era "servir mejor a nuestra patria". Entre los "datos aportados por el postulante" figura en su legajo que "el Sr. Alvarez desea ingresar a este organismo por sentirse identificado con el proceso militar actual". El 25 de agosto pasado Alvarez fue una de las primeras voces que acompañaron al ex ministro de Economía Roberto Lavagna al entonar la marcha peronista en el bar El General, del que tomaron el nombre para su grupo los peronistas no kirchneristas Eduardo Camaño, Francisco De Narváez, Jorge Sarghini y el mismo Alvarez. Pero para el ex ministro de Justicia, en 1981 ésa era una melodía lejana y desconocida. En ese entonces el diputado se definía como "apolítico" y trabajaba como gerente de ventas en la empresa de su papá, que se dedicaba a la exportación e importación. Se consideraba un buen lector y deportista y quería terminar su carrera de abogacía en la UCA, que había abandonado unos años antes. El "contrato de locación" entre la Secretaría de Inteligencia y Alvarez se firmó el 1º de julio de ese año. Un año después pasó al plantel básico, donde estuvo hasta que presentó su renuncia el 17 de julio de 1984. Quien primero presentó a Alvarez ante la SIDE fue su suegro, el coronel (R) del Comando de Remonta y Veterinaria Pedro Mercado, representante olímpico del país en saltos hípicos. Pero un buen espaldarazo se lo dio el entonces ministro de Interior, Albano Harguindeguy. La semana pasada, el juez federal Norberto Oyarbide anuló el indulto que, junto al ex ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, le había evitado a Harguindeguy ser investigado por los secuestros del empresario Federico Gutheim y de su hijo Miguel Ernesto. Por su cargo en el ministerio, Harguindeguy fue responsable de todos los campos clandestinos de detención que funcionaron en las delegaciones de la Policía Federal en el interior y Capital Federal. El policía Peregrino Fernández –que fue asistente del represor–, aseguró que el ministro del Interior había formado una brigada operativa que se dedicaba a secuestrar personas y que "manejaba personalmente los hechos referentes a la Iglesia". Harguindeguy está procesado en la causa en la que se investiga el Plan Cóndor. Estuvo preso, pero actualmente espera el juicio en libertad porque fue beneficiado con la excarcelación. En su recomendación para Alvarez, Harguindeguy atestiguó que el estudiante de abogacía, a quien conocía desde hacía más de cinco años, era "un excelente elemento que no defraudará la confianza que en él se deposite". Las gestiones de Mercado y Harguindeguy dieron resultado y el diputado juró "por su honor" que se comprometía a "guardar fidelidad y lealtad para con la patria, el organismo que revista y en el desempeño de sus funciones y tareas". El siguiente paso fue conocer la Ley "S" (secreta) 20.195 que establecía que "todas las actividades que desarrolle la Secretaría de Inteligencia del Estado, como asimismo su organización, funciones y documentación, son calificadas en interés de la Seguridad Nacional de "estrictamente secreto y confidencial"". Autobiografía - La burocracia que hay que tolerar para convertirse en agente no es menor. Es así, que Alvarez debió llenar una extensa declaración jurada de historia personal confidencial, aunque pudo saltearse los casilleros destinados a los miembros de las Fuerzas Armadas. En esa planilla informó que cursó la escuela primaria y secundaria hasta cuarto año en Emaus y que terminó el último año en el Instituto Anglo Argentino. Se preocupó en destacar que tenía "contactos en el extranjero porque durante los dos últimos años había trabajado con su padre en exportaciones e importaciones y trató con comerciantes de Japón, Hong Kong, Taiwan y Estados Unidos". Contestó que no había sido miembro del PC u otras organizaciones comunistas ni de alguna organización totalitaria. También respondió "no" a una pregunta que parecía estar fuera de lugar. "¿Es usted o ha sido miembro en nuestro país o en el extranjero de alguna organización, asociación, movimiento o grupo o combinación de personas que propugnan el derrocamiento del gobierno o que ha adoptado la política de propugnar o aprobar la comunión de actos de fuerza o violencia para denegar a otras personas los derechos que tienen según la Constitución, o que tratan de alterar la forma de gobierno por medios inconstitucionales?", cuestionaba la SIDE, ella misma integrante de una "combinación de personas" que había adoptado "la política de propugnar o aprobar la comunión de actos de fuerza o violencia para denegar a otras personas los derechos que tienen según la Constitución". Alvarez dijo que no y, al parecer, era la respuesta correcta. En la carta a sus "futuros superiores" Alvarez expuso sus "temores" e "incertidumbres" respecto de la decisión que estaba tomando al solicitar, a sus 25 años, convertirse en agente de Inteligencia en plena dictadura. "Temores de, primero, no entrar e incertidumbres de una vez en mi lugar de trabajo, cuál será éste y si estaré realmente capacitado para no defraudar", escribió el diputado (ver aparte). Carrera - El alias que como espía tenía que usar para ocultar su identidad, seguía la vieja costumbre de coincidir con las iniciales del nombre verdadero. Una vez convertido en Javier Alzaga, a Alvarez no le fue mal. Sus superiores lo consideraban un "excelente analista" que se destacaba por su "criterio, iniciativa y conocimientos específicos y generales". En tres evaluaciones lo calificaron con diez en todas las variables: rendimiento, iniciativa, cooperación, disciplina, cultura general y criterio. En 1983 tuvo que repartir sus estudios de abogacía con algunos cursos. "Encuadramiento legal SIDE, Teoría de la Subversión y Contrasubversión, Documentación, Evolución Histórica de Occidente, Introducción a la Contrainteligencia, Introducción a la Inteligencia, Representación Argentina Geográfica y Técnicas de Trabajo." En todos tuvo buenas notas, pero se destacó en Introducción a la Contrainteligencia. Victoria Ginzberg Fuente: Diario BWN Patagonia
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