Alguna vez, Pinochet planeó "envenenar las aguas del río de la Plata y exterminar a toda la población de Buenos Aires", en caso de que estallara una guerra con la Argentina. Para ello, el gobierno trasandino había desarrollado "gas sarín" y la toxina botulínica, con el "doble propósito de envenenar a opositores al régimen y exterminar en masa a la población argentina". ...- Leer artículo completo