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¿Podría EE.UU. colocar armas de destrucción masiva en el Chaco Paraguayo?
Por José Alejandro Sánchez Riveros - 27 de Octubre, 2005, 2:06, Categoría: EE.UU. y sus acciones
La respuesta inicial es sí, no sólo es posible, sino muy probable, lo más seguro, armas nucleares de baja y mediana potencia; esta suposición no es exagerada en ningún sentido (las reseñas informáticas, al final del texto, dan cuenta de ello).
En un sintético repaso de las causas de los nuevos enfrentamientos y guerras geopolíticas resaltan dos motivaciones de gran peso a nivel mundial:
Las hambrunas en el África subsahariana son una muestra inicial de lo que le depara a la humanidad en el futuro; si no se llega a un rápido consenso sobre medidas de emergencia mundial para evitar una crisis alimentaria abrupta de escala planetaria.
Las regiones que se verán más afectadas por el Efecto Ártico son EE.UU., La Unión Europea y Rusia, aunque en el hemisferio sur se observará efectos de gran impacto. El Efecto Ártico ya está siendo aceptado silenciosamente por los gobiernos de las potencias ya mencionadas, aunque aún se lo niega públicamente.
Basta ver los estudios de la NASA para darse cuenta que, silenciosamente, este fenómeno está siendo estudiado minuciosamente no sólo por EE.UU., sino por todos los centros de poder del planeta.
Pero Colombia es una zona política y militarmente inestable; que se debate gravemente en los enfrentamientos internos entre las FARC y el gobierno de Uribe. La administración de Bush, dentro de su estrategia unilateralista y extremadamente hegemónica, necesita penetrar más profundo en Sudamérica; de modo a disuadir a un independentista Brasil que se acerca mucho comercialmente a China.
Necesita lograr un mayor aislamiento de una Venezuela rebelde en manos de Chávez (el mayor dolor de cabeza de la política norteamericana en América Latina), y tratar de quebrar el eje sudamericano que estos países están forjando.
Por lo tanto, es comprensible que un país como Paraguay se vuelva muy interesante e importante para EE.UU., la visita de Donald Rumsfeld es la evidencia de ello.
El Cenit del Petróleo a partir del año 2010.
En todo caso, lo que ha cambiado en Asia es el bloque opuesto a Washington; la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, han sido en cierto modo reemplazados por China y el Acuerdo de Shangai. La evidencia de ello está en que Uzbekistán está solicitando a EE.UU. que retire su base militar.
Esta oposición está poniendo freno al militarismo de Bush en Asia y está dando tiempo de sobra a Irán para disponer de lo último en tecnología misilística contra aviones invisibles y satélites espías.
Si EE.UU. está perdiendo terreno en Asia, debe ganarlo en otro hemisferio. Sudamérica es el candidato ideal para reforzar la presencia militar de la administración de Bush.
Eso significa que el control de dichos recursos, pasarán a estar bajo la influencia de Itamaratí (Brasil) y Caracas (Venezuela). Pero en este callejón, EE.UU. está encontrando un atajo escondido: las reservas energéticas del Chaco Paraguayo; un enclave geopolítico pequeño entre Brasil, Argentina y Bolivia; comprendido dentro de la cuenca boliviana de hidrocarburos.
Si bien estas reservas no están tan disponibles ni son tan abundantes como las reservas Venezolanas, el Chaco Paraguayo podría permitir a EE.UU. seguir accediendo a la reserva Boliviana mediante el uso de pozos especialmente preparados para ello.
Total, las mismas corporaciones, que hasta ahora controlan el gas boliviano, se encargarán de controlar las explotaciones del Chaco Paraguayo. Además, en Paraguay no hay guerrillas ni las va a haber (salvo las invenciones del gobierno paraguayo, que hace montajes para perseguir a las pocas organizaciones sociales existentes), y las organizaciones civiles y sociales están demasiado desarticuladas para crear conflictos políticos de la misma magnitud que en Bolivia.
Las armas más predilectas son las que están hechas de uranio empobrecido, un elemento nuclear de baja potencia. Si en Vietnam fue "El Factor Naranja" el arma de destrucción masiva usada por EE.UU., hoy es el uranio empobrecido el elemento elegido; solo que el uranio empobrecido es un poco menos o igual de radiactivo que el uranio enriquecido; el componente central de las bombas nucleares de gran capacidad destructiva.
El uso de este componente es tan amplio, que ya algunos llaman a la guerra de Irak la "Primera Guerra Nuclear de Baja Intensidad".
Por supuesto, jamás declararían públicamente esta posibilidad los miembros de la administración de Bush, ya que generaría un rechazo generalizado a nivel externo e interno a los EE.UU. La instalación de este tipo de armamento, está prohibido por las leyes de Paraguay; pues la disuasión con armas nucleares, en suelo paraguayo, significaría una agresión directa contra Brasil, Argentina y Bolivia (de hecho la existencia de una base militar de EE.UU. viola sendos acuerdos de cooperación del MERCOSUR, sobre todo la Cláusula Democrática, pues significaría una abierta amenaza al equilibrio democrático de la zona).
Paraguay ha renunciado a la guerra ofensiva por mandato de su Constitución Nacional; pero ello no tiene importancia ni para la administración de Bush ni para el gobierno paraguayo actual, famoso por violar los Derechos Humanos y las leyes internacionales.
Por supuesto, estas consideraciones no sólo son imprudentes, sino que anulan las estrategias de seguridad alimenticia de Washington, algo que no conviene ni siquiera a la administración de George W. Bush. Lastimosamente, los documentos sobre la nueva doctrina nuclear de EE.UU., dan a entender que la racionalidad no es la herramienta más usada por los estadounidenses. Sólo buscan su propio bien y los demás, no importan para nada. . AM . |