Es público e inocultable, que el mal humor de los yanquis se ha descargado abiertamente contra el presidente George W. Bush (h) por su tardío y pésimo accionar ante el huracán Katrina, con el desastre de Nueva Orleáns y otras ciudades y pueblos a lo largo de casi 200 kilómetros de poblaciones costeras. Su primer reacción fue militar "restaurar el orden" y luego la humanitaria, evidenciándose discriminación contra la población pobre negra, latina y no pocos norteamericanos. ...- Leer artículo completo